"Mientras el río corra, los montes hagan sombra y en el cielo haya estrellas, debe durar la memoria del beneficio recibido en la mente del hombre agradecido."
Así es como están las cosas. Me quiere. Cree que está enamorado de mí. Me lo dijo, tuvo la valentía, el coraje de venir a decirmelo. Yo nunca he tenido el valor de acercarme a una persona y decirle: "Oye, que creo que me he enamorado de tí." Porque soy de las que habla mucho y actúa poco. Siempre intento empujar a la gente a hacerlo, pero nunca soy capaz. Porque soy una cobarde y una estúpida.
Y, al igual que soy una cobarde estúpida, también soy muy sinsible y demasiado buena. Porque él a mí no me gusta. Y no sé como decirselo, porque me importa. Es un amigo, no más. No quiero hacerle daño. Así que ya veré como me las arreglo.
Yo solo quería relajarme después del jaleo que ha supuesto para mí toda esta semana. En lugar de eso estas vacaciones no voy a hacer más que comerme el coco y sentirme mal conmigo misma.
Pero no todo es malo. También está él. (Otro él, claro está.) Un él con el que podría estar hablando durante horas. Un él al que le gustan las mismas cosas que a mí. Un él con el que podría pasarme horas y horas escuchando música, ya que es un friki de Pink Floyd. O viendo películas, ya que es un friki de Tarantino. Hablando de libros o leyendo, ya que es un friki de Oscar Wilde. Pero un él con el que no he hecho ninguna de esas cosas. Un él que conozco tan poco pero que me gusta tanto. Un él que también le gusta a una de mis mejores amigas.
NO PUEDO MÁS.
( por cierto, gracias a todos mis seguidores, y siento hacer una entrada tan BRUTALMENTE personal y poco interesante, pero necesitaba desesperadamente desahogarme.)
Hoy han empezado mis vacaciones. Estoy en Burgos con mi familia una semana y luego iré a París. Parece que las cosas van tanquilizandose después de una semana entera de teatros y espectáculos.
Espero que tengais unas vacaciones estupendas.
(All photos by me, the girl in the fourth pic)
Tuesday, April 12, 2011
Hoy mi profesora de Francés nos ha dicho: "Vous savez, il ya que les imbéciles qui sont heureux." (Lo que viene a ser, para que no recurráis a Google Traductor: ¿Sabíais? Solo los tontos son felices.)
Estabamos hablando de una obra de teatro. En ella un mago se inventa toda una realidad paralela para no decirle la verdad a un hombre al que su mujer le había sido infiel para luego fugarse con otro.
Al final, el hombre termina afirmando que toda esa mentira que le han hecho creer es real. Eso pasa, simplemente, al querer protegerse de la realidad ya que es mucho más fácil vivir en la mentira. Duele menos.
Al fin y al cabo, es mucho más comodo, pero ¿vale la pena engañarse a uno mismo para evitar el dolor?
Supongo que todos lo hacemos, de una manera o de otra.
Esto es una mierda. Los líos son una mierda. Los malentendidos son una mierda. Los "no se lo cuentes a nadie" son una mierda. Aunque son mucho peores los "no te lo puedo contar, lo siento". Los "joder, tienes que hablar con ella y arreglarlo" también son una mierda. Al igual que los "es que no sé que coño está pasando". Las semanas de "estoy rara, pero no triste" aunque en realidad si que lo estás son una mierda. Ver que aunque tú estés mal los demás no lo están y preguntarte si de verdad estás mal por algo o sí solo eres una paranoica que se come demasiado el coco es la mierda suprema, y ¿sabes qué?
NI LO SÉ, NI ME IMPORTA.
tengo que aprender a hacerme inmune a lo que pasa a mi alrededor. porque ser tan sensible me está matando. no sé si voy a poder seguir así mucho más, seguramente no. me duele, me duele y me carcome. tengo que dejar de hacerme tantas pajas mentales y terminar con ello. cuanto antes mejor.
Por fín. Hoy he ido en pantalones cortos. He vestido de colores vivos y las gafas de sol no me han abandonado ni por un momento.
He aprovechado el sol que hacía a la hora de comer para ir a ver a una amiga, hoy en clase. Resulta que esa amiga no ha venido pero todos los otros estaban ahí, en la hierba, esperando. Así que cogí unos pantalones que llevaba para hacer deporte, me los puse de almohada, encendí mi iPod y elegí a "Vampire Weekend". Me tumbé y disfruté de los rayos de sol sobre mi piel.
Adoro esa sensación, la hierba debajo de mí, la de la calidez de los rayos de esa magnifica estrella en torno a la que nuestro planeta gira sobre mi piel. Rodeada de amigos haciendo estupideces. Yo misma haciendo estupideces. Robandole el jersey a Thomas cuando Silvia me robaba a mí la almohada.
Luego fui a ver ropa con otro par de amigas mías, me compré unos nerds, y un Frappuccino de Café con caramelo. El café que más me gusta del Starbucks es el Caramel Macchiatto, pero es que hoy hacía demasiado calor para beber algo caliente.
Al volver he perdido dos metros por no querer correr para meterme en ninguno de ellos. Me he sentado en el suelo y he sacado mi libro. Proust es precioso, su estilo y su forma de escribir. Pero a la vez es ¡tan complicado de seguir! Te pierdes en la narración de lo largas que son las frases, pero lo terminaré, aunque sea solo "Du côté de chez Swann" si no puedo todavía con todos los libros de "À la recherche du temps perdu".
Ultimamente me siento extrañamente bipolar. No sé por qué. Y no me gusta. De un momento a otro paso de estar borde a absolutamente bien, de feliz a enfadada. Aunque intento no mostrarlo exteriormente, y me lo guardo para mí. Lo encierro dentro de mi pecho y tiro la llave, una y otra vez. Creo que seguramente sea la mejor opción.
Parece que el calor ha llegado. Y por su bien espero que sea para quedarse.
